El enrojecimiento de la piel es un síntoma que puede aparecer debido a múltiples causas y que suele ir acompañado de irritación, picor, sequedad, malestar o incluso dolor. Lo más importante es identificar cuanto antes cuál es la causa que lo origina y, si es un problema persistente que nos afecta en nuestro día a día, ponernos en manos de un profesional de la piel para que nos indique el tratamiento más adecuado.
Tipos de causas del enrojecimiento
El enrojecimiento de la piel puede tener distintos orígenes que podríamos dividir entre: causas externas, en las que un agente o producto que entra en contacto con nuestra piel puede provocar una reacción inflamatoria o irritación —reacciones alérgicas, radiación solar, sudor, insectos, contacto con determinados tejidos, etc.— y causas internas —infecciones, dermatitis atópica, rosácea, psoriasis, estrés, etc.—. Hoy vamos a centrarnos en las causas externas y en cuáles son las soluciones más eficaces que puedes aplicar en tu día a día para combatir ese enrojecimiento. ¡Vamos allá!
Causas externas del enrojecimiento de la piel
Exposición solar
La radiación solar es un agente que puede llegar a irritar nuestra piel e incluso provocarnos quemaduras, especialmente si no nos protegemos como es debido. Por eso, es muy importante utilizar protectores solares a diario, también en los meses de frío.
Cambios de temperatura
El frío, el viento y los cambios de temperatura en general afectan a nuestra piel mucho más de lo que pensamos y pueden llegar a resecarla y a causar irritación y rojeces, sobre todo en las zonas más expuestas como las manos o la cara.
Cosméticos y productos de limpieza
Algunos productos cosméticos de nuestra rutina diaria o aquellos con los que lavamos nuestra ropa pueden contener activos en su formulación que causan irritación y rojeces en la piel, normalmente perfumes o alcoholes. Deberás identificarlos y sustituirlos por otros menos agresivos que cuiden y protejan tu piel.
Contacto con insectos y plantas
El solo contacto con algunos insectos o plantas puede provocar rojeces, picor e irritación de la piel.
Sudor
La sudoración excesiva, el roce constante y los propios componentes del sudor, sobre todo al hacer deporte, pueden llegar a causar irritación en la piel. Para estos casos, se recomienda la aplicación de un producto en formato talco como Talquistina Polvo que se adhiere fácilmente a la piel y absorbe la humedad evitando la irritación y el picor de la zona.
Contacto con determinados tejidos
Los tejidos sintéticos de algunas prendas de ropa, de calzado o de la ropa del hogar pueden provocar irritaciones y roces en la piel con mayor facilidad que aquellas que son de algodón u otros tejidos naturales.
Reacciones alérgicas
Algunos agentes externos presentes en el aire pueden llegar a producir irritación y picor en la piel de la persona exacerbando su sistema inmunitario.
Depilación
Tras depilarse, la piel puede presentar síntomas de enrojecimiento e irritación, especialmente las más sensibles.
Pañal
La piel de los bebés puede irritarse y enrojecerse por el roce continuado del pañal.
Consejos para el enrojecimiento de la piel por causas externas
- Mantén tu piel hidratada con productos para pieles sensibles o irritadas que respeten su pH natural.
- En caso de enrojecimiento o irritación de la piel por cualquiera de las causas anteriormente mencionadas, alivia los síntomas con la aplicación de Talquistina Polvo, Talquistina Crema o Talquistina Loción sobre la zona. Su acción balsámica y calmante proporciona un alivio del picor y la irritación de la piel. Además, Talquistina Crema y Talquistina Loción contienen Rhamnosoft que actúa como atenuante del enrojecimiento.
- Aplícate protector solar durante todo el año, también en otoño e invierno.
- Evita vestirte con tejidos sintéticos y apuesta por ropa de algodón y otros tejidos naturales.
- Elimina de tu rutina de cuidado facial y corporal aquellos productos que contengan ingredientes agresivos para tu piel. Haz lo mismo en el caso de detergentes y suavizantes para la ropa.
- Dúchate lo antes posible tras hacer deporte para eliminar el sudor de la piel y evitar posibles irritaciones por el roce con la ropa.